19 de mayo de 2010

JAPONESES CONOCEN A RUBÈN DARÌO

GOOGLEINVESTIGATIVO INSTRUMENTO DE NAVEGACIÒN PARA EL CONOCIMIENTO VIA INTERNET.

Nahoito Watanabe traduce a Darío al japonés


Foto  
.Los japoneses podrán leer dos de los libros de Rubén Darío, Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical y Azul de Rubén Darío, traducidos por Nahoito Watanabe, el consejero de la Embajada de Japón a quien, de primera mano, una niña mendiga le declamó un poema de Rubén y éste se enamoró de él
Portada del libro Viaje a NicaraguaViaje e Intermezzo Tropical
 
Marta Leonor González
Nahoito sale al encuentro. Es el consejero de la Embajada de Japón. La conversación inicia con una breve presentación, es elegante, su traje oscuro lo delata como un hombre muy preocupado por su apariencia; en su mano izquierda lleva algunos papeles y en la otra un largo puro apagado, que en el transcurso de la entrevista llevara un par de veces a su boca.

Unos minutos después de conversar en la fría sala de juntas, una joven ofrece Sake y Nahoito habla pausado con un español quebradizo, a veces con timidez pero con mucha seguridad, sobre Rubén Darío y las traducciones que realizó de los libros, Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical y Azul, dos libros importantes en la obra dariana.

Naohito nació en Kochi, al sur de Japón, en 1956. Después de los 11 años de la caída de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki; hijo de una familia que antes de la guerra habían sido militares y perdieron su casa después que aviones de Estados Unidos bombardearon la ciudad.

Su primera visita a Nicaragua, la realizó un año después del triunfo de doña Violeta Barrios de Chamorro; desde entonces se enamoró de Nicaragua y de la obra de Rubén Darío, la que ha promovido en Tokio desde mediados de la década de los noventa. En noviembre estarán publicando Azul, su más reciente traducción al japonés.



¿Cuándo descubre por primera vez a Rubén Darío?

En 1991. Pero antes de estar en Nicaragua leía literatura latinoamericana y conocía el nombre de Rubén Darío. Pero es aquí cuando lo conozco de primera mano, fue en el embarcadero en Granada, cuando una niña pequeñita vino a mí y pensé que pediría dinero como los niños de los semáforos, pero ella en vez de pedirme dinero empezó a declamar un poema de Rubén Darío, era una niña en harapos y descalza. Quedé muy impresionado de ella y del poema de Darío. La niña declamó un bello poema dedicado A Margarita Debayle:

Margarita está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento
Margarita te voy contar
un cuento.
Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita un gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita
Margarita,
tan bonita como tú.

Mientras recitó el poema de Darío, al igual que la niña harapienta, Nahoito sonríe y deja ir un ¡ajá! Maravillado por el poema que el bardo nicaragüense dedicará a la Margarita en la isla El Cardón, de Corinto.

Así fue como después empecé a leer la obra de Rubén, enfatiza Watanabe.



¿Qué intereses culturales o personales lo motivaron a traducir el Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical y Azul y por qué precisamente esos textos?

Naturalmente fueron intereses culturales como diplomático. Mi misión es promover la amistad entre los países y el intercambio cultural, comercial en todos los niveles, para nosotros ha sido muy bueno. El poder conocer a Darío es como un tesoro cultural y de esa manera se promueve el intercambio cultural. Por otra parte, soy diplomático y escribo novelas y me gusta la literatura.



¿Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical fue muy acogido en Japón. Tengo entendido que, tanto, que se vendieron pronto en las librerías de Tokio los 2 mil ejemplares impresos en 1994?

Sí, fue un libro que gustó mucho.



¿Azul es el libro fundador del Modernismo dariano. Qué dificultades encontró en su traducción a la lengua japonesa tan alejada de la nuestra, especialmente en cuanto a musicalidad, ritmo y prosa dariana se refiere?

Sobre todo, el ritmo y la cadencia que en la lengua japonesa no existe, sobre todo esa costumbre de la cadencia y métodos de endecasílabos, sobre todo eso. Son diferentes. En japonés existe métrica pero es muy distinta, el poema japonés a veces cuenta con 5 ó 7 sílabas y a veces no necesita coincidir con las palabras y los sonidos, es diferente.

Ese punto me ha causado dificultad para realizarlo. Estando en el ambiente nicaragüense y con mi experiencia en el país lo he comprendido mejor. También la riquezas de palabras que tienen los textos de Rubén Darío son de un lenguaje muy refinado.



¿Cuál de los textos le costó más traducir; El rey burgués, La ninfa, El fardo, cuál?

El rubí, ese cuento es muy interesante, tiene un lenguaje científico, hay una gran acuarela en el texto una reverberación de colores, fue un gran trabajo para acercarlo a la lengua del Japón.



¿Como novelista después de traducir dos libros de Rubén Darío, qué aprendió de él?

Cuando lo leo en algún poema es como oír un coro de grillos, como en toda su poesía, es aquí como un ruido en la noche, pero en Japón es como un gran coro, una orquesta, esas cosas me han conducido a entender su esencia en el arte, su numen de él que parece que él estaba delante de mí.

Leyendo he aprendido de la vida. Cuando uno es un niño puede volar como un pájaro libre con las alas extendidas pero cada vez que avanza la edad, la gente, uno empieza a pensar por qué tienen que volar libremente, se pregunta cuál es el significado de volar, por qué, y se hace pesado, pero en el mundo de la literatura se puede hablar de esperanza de sentimientos positivos, eso he aprendido.



¿Cuál es el movimiento literario que mayor incidencia ha tenido en la transformación de la literatura japonesa contemporánea?

Japón es un país de larga historia literaria, de gran tradición. Después del siglo VII cuando salió la leyenda mitológica de la formación del Japón, se han producido numerosas leyendas literarias de príncipes y Samurais. Se ha recopilado la poesía de 200 años, hay muchas corrientes literarias. Hace 100 años en Japón ha habido una transformación muy grande, el país abrió sus puertas hacia la cultura occidental y en ese momento se empezó a leer la literatura occidental.

La lengua japonesa misma está evolucionando a cada instante por muchas corriente y después de la guerra.



¿Cómo han influido la literatura de los premios Nobel en estos cambios?

Diría que la corriente actual es demasiado variada, el Premio Nobel Yasunari Kawabata (1899-1972) escribió sobre el paisaje típico japonés, su idiosincrasia y después Kenzaburo Oe (1994), un escritor aparecido después de la Segunda Guerra Mundial, la guerra aparece como una gran huella en lo que escribe.



¿Y la tecnología está incidiendo en la formas de escritura?

Por internet se puede leer sobre obras del extranjero, ahora los jóvenes toman parte de esa cultura extranjera como propia y la gente narra con su lengua esa cultura coloquial y así van haciendo la literatura.

Con la innovación tecnológica la literatura va cambiando, hay más posibilidades de crear una nueva literatura. Recientemente se ha publicado un libro escrito por un millón de japoneses, se hizo por internet, un millón se juntaron en el chat, es una novela que se ha vendido mucho, se trata de un encuentro amoroso sobre un joven tímido que no sabe cómo expresar sus sentimientos; él es un poco maniático y la joven de la que se enamora es muy guapa, ella es acosada por un borracho y pide a la gente desconocida de internet que le ayude a cambiar la historia, así se escribió el libro.



¿La influencia tecnológica es determinante en el lenguaje que usan los japoneses?

Es interesante que en cada época, el idioma japonés va cambiando, es como una gran metamorfosis, una parte ha perdido la gran tradición pero por otra, hay vigor. Diría que el pueblo japonés ha traducido otras lenguas y la propia; entonces traducir la obra extranjera es muy familiar.



¿La tradición del haiku le va ganando a la novela?

El haiku es muy viejo, de siete y cinco sílabas, y siempre el haiku insinúa la transición de primavera y verano e invierno, pero ahora hay un haiku que no necesita poner la estación, eso sea. La novela se lee un poco más ahora.



¿Es difícil para un escritor triunfar en el mercado de las novelas japonesas?

Los artistas muy buenos no logran el éxito. A veces el mundo editorial sólo se mueve por la imagen, la publicidad, tiene mucho que ver la promoción.



¿Sus novelas Retrato de la familia perdida y Estando muerto te amo reflejan esa marca de la guerra?

He escrito varias novelas sobre temas que reflejan los valores más tradicionales de Japón, como la familia. Acerca de ser un libre pensador que decidió vivir libre como un pájaro viajando por todas partes, ayudando a la gente, como en Retrato de la familia perdida.

En Estando muerto te amo, relata la historia de una chica bien guapa que quiere ser más linda, se somete a cirugía y en un estado de inconsciencia percibe que su novio siempre le será fiel.

En muchas de las novelas que se escriben está la guerra como en Kenzaburo Oe. Mi abuelo era un marino pero en esa época todo el mundo estaba luchando y cuando nací, ya la guerra había terminado, es una tragedia para la humanidad pero el pueblo japonés ya ha sabido convertir esa tragedia en símbolo de la paz sin odio ni rencor.  
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1 comentario:

GOOGLEINVESTIGATIVO dijo...

Presentamos el trabajo realizado por Watanabe un Japones que ha traducido a su lengua, al Príncipe de las Letras Castellanas Rubén Darío, Meta hoy Ciudad Darío, Municipio de Matagalpa, Nicaragua.