Deja la huella.

Entierro de los piratas

Si nuestros enemigos mueren con nosotros, venga la muerte cuando quiera; y si nos será arrancada por las pestes o truncada por la espada, apresurémonos a gozar la vida que vamos a perder. Que aquel que encariñado con sus ruinas sobrevive a sí mismo, repose penosos años arrancando lentamente el último aliento de su miseria, mientras cabecea c

omo un paralítico. Nosotros preferimos el verde musgo al lecho de agonía. Pocas lágrimas corren tan sinceras sobre nuestras tumbas, como las del océano cubriéndonos de olas, mientras a bordo –en un banquete- los sobrevivientes, repartiéndose el botín, exclaman lo hermoso que hubiera sido ese momento para los valientes que cayeron.

Lord Byron
-Londres 1788/ Misolonghi, Grecia 1824-
(Fragmento/versión jch)